Con el objetivo de fortalecer las capacidades locales a través del emprendimiento comunitario como una estrategia de seguridad alimentaria y generación de ingresos, el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal “Enrique Álvarez Córdova” (CENTA), ejecuta el proyecto “Fortalecimiento del emprendedurismo agropecuario en municipios de pobreza extrema en El Salvador”, que beneficiará de manera directa a 220 familias.
El proyecto, que se ejecuta como continuidad de una primera fase, es financiado por la Unión Europea y cuenta con una inversión total de $562,463.98 y se desarrolla en el marco de la Estrategia de Erradicación de la Pobreza “Familias Sostenibles” 2017 – 2025, que consta de cuatro componentes, centrándose CENTA en el componente de Inclusión Financiera y Desarrollo Productivo.
Indirectamente se espera beneficiar a unos 1,100 participantes, considerando que por cada emprendimiento se incorporan al menos 5 participantes en la cadena agroproductiva siendo estos: proveedores de productos y servicio, consumidores de productos, transportistas, entre otros.
Alfredo Alarcón, coordinador del proyecto, explica que en total serán 600 los emprendimientos agropecuarios que se establecerán en 5 rubros agroproductivos: producción de hortalizas, crianza de cerdos, de gallinas criollas mejoradas, pollos de engorde y apicultura.
“La idea es que estas familias en pobreza extrema puedan asegurar su seguridad alimentaria, potenciar sus pequeñas iniciativas con la que muchos ya cuentan, darles otras alternativas de vida y fortalecer sus capacidades, además de favorecer el tejido productivo local y, que en poco tiempo ellos puedan generar sus ingresos y beneficiar a sus comunidades”, expone el coordinador.
A las familias beneficiarias se les entregarán los insumos necesarios para que emprendan con sus iniciativas, asimismo, “se les capacitará en temáticas prioritarias como habilidades para la vida, formación empresarial, educación financiera y tecnología agropecuaria para establecimiento de emprendimientos”, afirma.
Dentro de los criterios de selección para formar parte de este proyecto se establece que los productores se ubiquen en el corredor seco, preferentemente, que exista un potencial de desarrollo productivo agropecuario y que exista una agencia de extensión cercana.
Además, que las familias estén clasificadas en los estratos del 1 al 7 de acuerdo con el Registro Único de Participantes (RUP), hogares con menor calidad de vida. Poseer conocimientos básicos de la actividad productiva a emprender, disponer de un espacio físico en donde instalar el emprendimiento, tener edad entre los 16 y 70 años.
Geográficamente, el proyecto tendrá incidencia en 11 municipios dentro del territorio nacional. En la zona occidental serán: Santa Catarina Masahuat, Sonsonate y Jujutla en Ahuachapán. En la región central: municipio de San Francisco Morazán, Chalatenango. Mientras que en la región paracentral en los municipios de Mercedes La Ceiba y San Francisco Chinameca, en La Paz; y El Carmen, departamento de Cuscatlán.
Finalmente, en la región oriental San Dionisio y Alegría, Usulután; y en el departamento de Morazán los municipios de Chilanga, Sensembra y Arambala.
Se prevé que en los próximos meses los beneficiarios empiecen con la implementación de sus emprendimientos, y que a la finalización del mismo se hayan incrementado sus ingresos hasta un 15 %.
La Libertad, octubre 2021.
CENTA, Unidad de comunicaciones.