El proyecto de “Cooperación Triangular para el Fortalecimiento de las Capacidades técnicas en la producción de hortalizas en ambiente protegidos en Honduras, El Salvador y Guatemala” (HORTINNOVA) e implementado por técnicos del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA) en el distrito de Osicala, departamento de Morazán, mostraron los avances tecnológicos para transformar el territorio del corredor seco centroamericano en una zona de producción hortícolas.
En la actividad se contó con la presencia de la Directora Ejecutiva del CENTA, Odette Varela, acompañada de su homóloga adjunta de la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (KOICA), Sra. Kanghee Kim; el Representante del Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria (INTA) Costa Rica, Roberto Ramírez; el Gerente de Transferencia Tecnológica y Extensión del CENTA, Ing. Francisco Torres y el Ing. Martin Batres, Supervisor de la Región Oriental del CENTA.
Esta iniciativa arrancó en enero del 2023 y finalizará en diciembre del 2024, bajo la asistencia técnica y liderazgo del Instituto Nacional de Innovación y Transferencia en Tecnología Agropecuaria de Costa Rica (INTA) con el apoyo financiero de la Agencia de Cooperación Internacional de Corea (KOICA). Por ello, El Salvador informó los primeros avances de la iniciativa que incluye capacitación especializada y construcción de una casa malla e invernaderos para la producción de hortalizas en ambiente protegido.
La directora del CENTA, Odette Varela, dijo que “tener hortalizas en la zona no es común. Esto es un potencial de producción y de provisión a los mercados locales que están en la zona y no tenemos que estar esperando que nos traigan desde el mercado central o La Tiendona los vegetales”.
Agregó que, la agencia de Osicala será un punto focal en transferencia y capacitación para transferir las innovaciones aplicadas en la producción de hortalizas bajo ambiente protegido.
La Sra. Kanghee Kim, Directora Adjunta de KOICA, mencionó que “con este proyecto se está contribuyendo a la seguridad alimentaria de la región centroamericana, la cual es especialmente vulnerable a los efectos del cambio climático”.
“Ha sido impresionante ver los avances en cada país beneficiado, y las infraestructuras instaladas gracias al apoyo de la República de Corea. También escuchar que los conocimientos impartidos por CENTA y las tecnologías del proyecto están siendo puestas en práctica y replicadas por los agricultores del corredor seco centroamericano, estaré muy atenta a los próximos procesos de transferencia de El Salvador”, dijo Kim.
Primeros avances con el proyecto
Los avances palpables son el fortalecimiento de las capacidades de 61 productores a través de Escuelas de Campo, 45 técnicos han participado en gira de observación, 48 estudiantes de diferentes Centros Educativos capacitados con tecnologías orgánicas, construcción de una casa malla de 576 metros cuadrados, ubicada en el cantón Agua Zarca, caserío La Loma, y en la agencia de extensión CENTA Osicala. Asimismo, un invernadero de 300 metros cuadrado con cultivos de tomate, lechuga y pepino, además de maquinaria e insumos.
Francisco Torres, Gerente de Transferencia, detalló que la finalidad es contar con una vitrina tecnológica para agricultores y estudiantes que puedan conocer nuevas propuestas de producción de hortalizas en el corredor seco.
“Como parte de los avances hemos adelantado en un diagnóstico sobre la caracterización de los sistemas de producción hortícola bajo ambiente protegido en los distritos: Delicias de Concepción, Osicala, Gualococti, Meanguera, Jocoaitique y Perquin, todos en departamento de Morazán. Pretendemos que más familias productoras conozcan las innovaciones que impulsa el INTA y CENTA”, dijo Torres.
Con este proyecto se busca potenciar el cultivo de hortalizas bajo condiciones protegidas en infraestructuras que permite controlar temperatura, humedad y luz requerida para los cultivos, contribuyendo a obtener productos de mejor calidad y sanos. Entre las ventajas de cultivar de esta manera se destaca la alta producción por unidad de superficie de tierra, cosechas prolongadas, fácil control de plagas y enfermedades, utilización eficiente del agua, alta calidad de los productos agrícolas y menor exposición a toxinas químicas.