La sequía es un evento de lento desarrollo que impacta alrededor de un 60% al Sector Agropecuario en todo el mundo. Por sus efectos en la producción de alimentos y en el acceso a los recursos pone en peligro el sustento y la vida de millones de familias, realidad que también afecta nuestra región y particularmente nuestro país.
Debido a esta realidad de la variabilidad y cambio climático que demanda crear estrategias y planes de contingencia en los territorios, técnicos investigadores, extensionistas y de las unidades de Planificación e Informática del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA) conocieron a través de un taller facilitado por la Organización de las Naciones Unidad para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la herramienta ASIS (Sistema de Vigilancia de la Sequía Agrícola y Alerta Temprana).
La FAO ha desarrollado un sistema de vigilancia, que permite a los países monitorear la vegetación y los cultivos de su territorio con información capturada vía satélite para contar con datos de monitoreo continuo y tomar decisiones rápidas y oportunas frente al riesgo de sequía.
Esta moderna herramienta de la FAO fortalece la labor de los Ministerios de Agricultura, de Medio Ambiente e institutos de investigación y extensión agrícola como es el caso del CENTA. Esta calcula el porcentaje del área agrícola afectada por sequía y la clasifica en leve, moderada y extrema; y para hacer esta estimación se considera la duración del periodo seco, la intensidad de la sequía y el área afectada.
La FAO brinda acompañamiento técnico a los países a nivel mundial para que utilicen la herramienta y sirva de apoyo para la formulación y puesta en marcha de planes de mitigación y emergencias, siendo nuestro país unos de los beneficiarios de este sistema, al igual que Nicaragua, Panamá, Guatemala y Honduras en la región centroamericana. En el caso de nuestro país, la herramienta se encuentra alojada en el sistema del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Las pérdidas económicas asociadas a las sequías afectan mayoritariamente al sector agropecuario, entre los cultivos más afectados se encuentran los granos básicos: maíz, frijol y arroz, la base alimenticia de nuestro país.
Tamara Hernández, Especialista en Sistema del Índice de Estrés Agrícola de nacionalidad panameña, fue la responsable de impartir el taller de capacitación, y destacó la importancia que tiene para elaborar planes de manejos y políticas públicas con la interpretación de la información georreferenciada y en tiempo real que se obtiene con este moderno sistema.
“Es muy útil porque esta herramienta monitorea el ciclo agrícola completo, de principio a fin. Te da diferentes indicadores de cómo va el ciclo, cómo está la salud de la vegetación, da indicadores de pronósticos de sequía con una anticipación de hasta dos meses, y brinda información sobre los porcentajes de áreas afectadas por municipio y la intensidad de la afectación, catalogada como leve, moderada, severa o extrema, información que facilita la toma de decisiones oportunas ante el riesgo de sequías”, explicó.
ASIS tiene la ventaja que cada país tiene la posibilidad de calibrar la herramienta, para ello se incorpora información sobre la localización de los cultivos y pastos utilizando imágenes satelitales. Da gran importancia a las fases de floración y llenado del grano de los cultivos, por ello, se introducen las fechas de siembra y duración de las fechas de siembra para cada municipio del país que se va a monitorear para reflejar la sensibilidad al estrés hídrico.
Una vez calibrado nacionalmente, ASIS estima el porcentaje de área agrícola afectada por sequía en los distintos niveles de intensidad y obtiene una evaluación de los estados del cultivo cada 10 días, bridando mapas de fácil interpretación para los analistas de información agroclimática.
Francisco Torres, Gerente de Transferencia Tecnológica y Extensión, afirmó que con esta herramienta se facilita hacer una adecuada gestión del riesgo de sequía y proteger los medios de vida de las familias productoras, tanto para los que producen granos básicos como los que se dedican a otros rubros agrícolas y mejorar la seguridad alimentaria del país.
“Es una herramienta que debemos de conocer mejor, aprovecharla e institucionalizarla para mejorar la toma de decisiones, incluso orientar mejor los proyectos y programas a implementar. Continuado desde luego con aquellas prácticas agrícolas que minimicen los efectos adversos de la sequía como la incorporación de rastrojos, las obras de conservación de suelos y la cosecha de agua a través de la captación de aguas lluvia”, concluyó.
San Salvador, 21 de julio de 2023
CENTA, Unidad de Comunicaciones.