Con la finalidad de rescatar el uso de semilla criolla, el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA) a través de la agencia de extensión en Chalatenango, junto a la Alcaldía Municipal Las Vueltas y la Mancomunidad La Montañona, desarrolló un intercambio de semilla con la participación de diferentes municipios del departamento de Chalatenango.
Participaron también productores atendidos por CENTA, Cáritas Chalatenango y La Mancomunidad La Montañona.
La actividad se llevó a cabo como un homenaje al Día Mundial de la Tierra, celebrado el 22 de abril y participaron familias productoras de los municipios de Chalatenango, Dulce Nombre de María, El Paraíso, San Francisco Morazán y Las Vueltas.
Mario Oliva, coordinador de la agencia en Chalatenango, dijo que el intercambio de la semilla criolla propicia en la diversificación de los cultivos en cada una de las zonas y a la adopción de prácticas de manejo agronómico. ”Como CENTA apoyamos este tipo de actividades enfocadas a la seguridad alimentaria y de ahí la importancia de preservar y resguardar la semilla criolla dentro de la comunidad”.
Durante la actividad más de 100 semillas de granos básicos, hortalizas y frutales fueron intercambiadas, las cuales son adaptadas en la zona de Chalatenango. Entre ellas figuran variedades que CENTA ha investigado y ha liberado en años como: maíz Pasaquina, Sorgo RCV, Sorgo Liberal, Sorgo S3, Frijol CENTA EAC y maíz Santa Rosa.
Además de otros como maíces blanco, negrito y crucero criollo, frijol cuarenteño, caña italiana, ayote criollo, canavalia roja, yuca blanca, pipián liberal, cacao, ajonjolí chirrión, cebolla morada, maíz de papa y otros.
A la acción se sumó el personal técnico del Banco de Germoplasma que compartió material genético de plantas aromáticas, medicinales, abonos verdes y otros que entregó a los participantes de los municipios participantes.
Este intercambio de semillas, de acuerdo con el Alcalde de Las Vueltas, Juan Carlos Núñez, se inició hace 4 años en dicho municipio y cada año las familias productoras han mostrado mayor interés en participar, pues “ya se dieron cuenta lo importante de este espacio para compartir la semilla y conocimientos con más productores”, indicó.
Por su parte, el alcalde municipal de Chalatenango y vicepresidente de la Mancomunidad, Alfredo Hernández, dijo que “hoy conmemoramos el Día de la Tierra y es importante hacer este tipo de evento. Debemos proteger y seguir produciéndola y preservar nuestra semilla”.
Experiencias compartidas
Cada productor que participó en el intercambio de semillas tiene más de un material o una experiencia que compartir con la comunidad. Como ejemplos se citan algunos.
Francisco Javier Aragón, productor del municipio de El Paraíso, compartió semilla de ajonjolí Corona, que guarda de la cosecha anterior para que más productores la siembren y obtengan más ingresos, “me gusta resguardar mi semilla cada año para la siembra de 1 manzana, debido a que esta variedad no tiene muchas plagas y no necesita de químicos”.
Asimismo, Pablo Clavel, de Dulce Nombre de Maria, llevó esquejes de yuca blanca que la describe como productora, la cual “si la siembro en mayo, logro producción en diciembre, pero si la siembro entre julio y agosto se alarga y se tarda para tener frutos”. En su opinión “obtengo más ingresos con la yuca que con el maíz o el frijol”.
Gerónimo Molina, del municipio Las Vueltas, dijo que desde hace años ha guardado una semilla de frijol que a los 35 días ya tiene ejotes y a los 40 está de arranque, por lo que no utiliza ningún químico “siempre hago media manzana y guardo semilla para el próximo año”.
El técnico de la agencia CENTA Chalatenango, Othmaro Alvarado, manifestó sentirse satisfecho por la iniciativa de parte de los productores para conservar la semilla local y compartir esa experiencia de fomentar una forma sana de alimentación “esto es dar respuesta al proceso del cambio climático que se logra con la resistencia de la semilla criolla en los diferentes lugares que se siembra”.
Según los organizadores esta actividad será replicada el próximo año y con más productores que estén interesados en compartir sus conocimientos e intercambio de semilla.
La actividad propició el compromiso de parte de los participantes de reproducirla, diseminarla y preservarla, todo esto con la idea de establecer un banco de semilla en cada una de sus comunidades.