Jorge Alfredo Méndez y Santos Norberto Méndez son dos productores de hortalizas que residen en el cantón San Isidro, del municipio Verapaz, en el departamento de San Vicente, y cuentan con el apoyo de la asistencia técnica que les brinda la agencia de extensión del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA) en Verapaz.
Como productores, su apuesta es por los cultivos de hortalizas de ciclo corto como el pepino, chile verde y ayote, los que han instalado en casas mallas o a campo abierto; y de los cuales están iniciando la cosecha para su comercialización en el mercado de Cojutepeque, tarea que es realizada por las mujeres.
Toda su confianza para manejar sus cultivos la depositan en el Ing. Hugo Menjívar, extensionista de la agencia, quien les ha transferido tecnologías agroecológicas que han contribuido a mejorar sus producciones.
Y es que según el extensionista, un cultivo bien manejado le permite producir por más tiempo. Como ejemplo, asegura que el “chile dulce manejándolo adecuadamente con buena nutrición, fertilización y el control adecuado y oportuno de los insectos y enfermedades, llega produciendo entre los seis y ocho meses, de lo contrario solo logra cosechar por dos meses”.
Ejemplo de dichas tecnologías es el uso de mulch y del emplasticado que ayudan a mantener la humedad del suelo y a controlar las malezas, los insectos y las enfermedades; la incorporación al suelo de la mezcla de materia orgánica y cal dolomita, con el propósito que vayan transitando al uso de tecnologías más amigables con el medio ambiente.
Ambos son productores que transitaron al cultivo de las hortalizas, ya que cuando “trabajábamos con maíz y frijol, no era muy rentable, pero al mirar a otras personas que tenían sus casas mallas, comenzamos a probar y hemos visto el cambio. Hoy tengo dos años que inicié con las casas mallas”, señala Jorge, quien tiene su cultivo de chile dulce Iguazú en una de esas casas, y que está próximo a iniciar cosecha.
Merece la pena destacar que entre el personal que trabaja con Jorge, se esmera que sea equitativo, es decir que hallan hombres y mujeres, pues según su opinión hay actividades que requiere de mayor cuidado como el amarre de la planta con el mecate de tule para la conducción de la guía. Esta labor es realizada por mujeres con el apoyo de su hermana Marleny Méndez.
Su hermano Santos opina igual, pues cuando se dedicaban solo a los granos básicos “se permanecía sin dinerito, pero fue con la ayuda de los señores del CENTA que nos dieron la idea de sembrar hortalizas. Fue así que empezamos con tomate, pipián, ayote, pepino y chile”.
Agrega que “estos cultivos tienen la ventaja que son rápidos de producir, por ejemplo, el pepino y el pipián se dan a los 45 días de sembrado, los ayotes a los 2 meses, y de esa manera es como vamos saliendo adelante”.
Por el momento él apenas ha iniciado la cosecha del pepino, del que solo lleva dos cortes, y en cada uno ha obtenido $250 y la próxima semana hasta enero de 2023 espera tener la mayor oferta de esta hortaliza en el mercado.
En cuanto al ayote (hortaliza) asegura que en estos días de noviembre y diciembre ha tenido buen precio, “mi esposa está vendiendo cada 2 días sus $150, en medidas que llevan 60 ayotillos cada una”.
Estos dos hermanos que se apoyan mutuamente confían la comercialización de las hortalizas en las mujeres, donde Marleny Méndez (hermana) y Evelyn García de Méndez (esposa de Santos) son las encargadas de la venta, así como de otras tareas dentro del cultivo.
A criterio del Ing. Menjívar, el éxito de estos dos productores radica en que visionarios, acatan las recomendaciones técnicas y adoptan las tecnologías que le son transferidas. En cuanto a la producción de hortalizas en ambiente protegido señala que las casas mallas y los invernaderos han sido construidos con sus propios recursos.
Verapaz, San Vicente, 15 de diciembre de 2022
Comunicaciones – CENTA
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