En el marco del proyecto Aumento de las medidas de resiliencia climática en los municipios del corredor seco de El Salvador (RECLIMA), la agencia del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA) en Ahuachapán, está desarrollando dos escuelas de campo (ECA) con líderes comunitarios en los cantones La Coyotera y Palo Pique, del municipio de Ahuachapán, donde se le está capacitando sobre tecnologías agroecológicas, conocimientos que les permitirá apostarle a una agricultura sostenible y sustentable.
El objetivo de estas formaciones es brindar a estos lideres nuevas capacidades en la agricultura a través de la transferencia de tecnologías. Y después de la finalización de las temáticas que abordan quedarán aptos para desenvolverse como extensionistas comunitarios, y que estos conocimientos se vayan irradiando hacia otras familias y otras comunicades cercanas.
En total son 32 líderes (16 de cada cantón) los que se están formando y deberán de cumplir con las 16 sesiones programadas en cada ECA, donde se les orienta tanto en la parte teórica, como en la práctica, en parcelas de aprendizaje.
Entre las temáticas abordadas se encuentran los abonos verdes, sus propiedades físicas, químicas y biológicas (principalmente la canavalia) sus usos y beneficios que trae al suelo, la importancia que se persiguen con la siembra de ellas, y el manejo agronómico a darle. Asimismo, van conociendo sobre la re-mineralización del suelo con el uso de la materia orgánica y la harina de roca, el cual es un fertilizante de origen natural obtenido de la roca finamente triturada.
Otra de las temáticas fundamentales abordadas es la importancia de microorganismos de montaña sólidos y líquidos, dónde se encuentran, cuáles son las funciones, beneficios del uso, como recolectarlos y como reproducirlos para ponerlos en función de la agricultura.
De igual forma han aprendido sobre los biofermentos como el supermagro, APICHI, BOCASHI, que son tecnologías que se someten al proceso de fermentación de materiales orgánicos (como la melaza, roca fosfórica, ceniza, harina de roca, harina de hueso, microorganismos sólidos, sales minerales, ajo, chile, entre otros) por medio de una intensa actividad microbiológica que sirven para la nutrición de las plantas, además estos disminuyen la incidencia de plagas y enfermedades en los cultivos debido a la riqueza de microorganismos presentes en ellos.
De las temáticas más representativas para los productores y que más relevancia han tenido para ellos se encuentran los cuatro tipo de labranza que existen: cero labranza donde la siembra se hace directamente en el suelo sin labranza alguna; luego está la labranza mínima, la que consiste en labrar únicamente donde se hará la siembra de la semilla; la labranza de conservación en la que utilizamos las medidas físicas, biológicas y agronómicas para conservar el suelo y el agua; y por último está la labranza convencional en el cual se utiliza maquinaria.
También, están asimilando sobre la importancia de la cobertura de rastrojos, esta práctica consiste en esparcir residuos de cosecha de granos básicos sobre el suelo, con el objetivo de protegerlo de la erosión y, al cultivo, del salpique. Un suelo sin cobertura es un suelo desprotegido ante los cambios climáticos. También permite que más lluvia penetre y se almacene en el suelo, reduciendo de esta manera la escorrentía y la erosión.
CENTA, Unidad de Comunicaciones.
Ahuachapán, enero de 2022.