Pablo González es un productor del cantón El Níspero, caserío El Molino, en Tacuba, que durante años había cultivado en sus dos manzanas únicamente maíz, frijol y café, este último su principal rubro generador de ingresos económicos; pero a partir del 2021 decidió diversificar su finca con más de 15 rubros y darle un giro completamente diferente gracias al apoyo de la agencia CENTA Tacuba.
Han sido cuatro los pilares base en la reconversión de esta finca. Primero la parte de manejo de suelo, agua y bosque a través de las diferentes prácticas de conservación ante el cambio climático. El otro aspecto es el manejo agroecológico de su sistema de producción, la diversificación agrícola y a mediano plazo la parte de mercadeo y comercialización, acción que le permitirá obtener mejores ingresos económicos para él y su familia.
Posee 3,000 plantas de café de las variedades Anacafé 14 y Costa Rica 95. Son cerca de 2,400 plantas con cultivo que actualmente se encuentra en proceso de renovación. Toda su producción está orientada para exportar a Inglaterra. Afirma que desde sus inicios ha querido cultivar de una forma más amigable con el medio ambiente y utilizando casi en su totalidad tecnologías agroecológicas como el bokashi, batería de foliares, Caldo Sulfocalcico y Bordelés entre otros.
Además, en su finca ha implementado otra serie de cultivos frutales, entre ellos: la papaya variedad Maradona, naranja Valencia y Washington sin semilla, guineo, Maracuyá, Granada de agua, Pitahaya, mandarina Reina, Zapote Magaña, coco brasileño, paterna, plátano Cuerno Enano, y el frijol Costeño. “Todo lo tratamos orgánicamente, no aplicamos productos químicos, porque yo quiero que mis hijos y mi esposa coman saludable”, afirmó el productor.
Otro de los grandes esfuerzos que ha realizado es la incorporación de obras de conservación de suelo, entre ellas barreras vivas con árboles Madre Cacao, fosas de infiltración de agua 2 m de largo por uno de ancho y uno de profundidad, además en la zona alta de su terreno tiene 20 piletas de 1 por 1 m, y ha construido un reservorio con una dimensión de 6 por 6m, que será utilizado principalmente para los 250 árboles de papaya que ha sembrado.
“Doy gracias a Dios y al CENTA porque siempre me asesoran y me orientan en mi finca, gracias a ellos ahora cuento con más cultivos, que me permitirán tener mejores ingresos para mi hogar”, afirma.
Su esposa, Esmeralda Cortez, también se involucra en las labores para el sostenimiento familiar, ella se encarga del cuido y mantenimiento de cuatro módulos de gallinas Kabir, para tener otra fuente de ingresos con la comercialización de la carne y también aportar a su seguridad alimentaria y nutricional.
Darío Monterroza, extensionista que le atiende desde el 2018, comenta que el proceso ha sido paulatino pero eficaz. “Desde el 2021 comenzamos a trabajar la idea de hacer la finca diversificada, con la mira de que él y su familia obtengan otros ingresos que ayude al sostenimiento siempre de la finca y mejorar sus condiciones de vida a nivel familiar, y hemos hecho hincapié en dar un manejo ecológico de los cultivos a través de controladores de plagas y enfermedades con biofertilizantes y una serie de productos orgánicos y ecológicos”.
“Es un buen agricultor, acata las recomendaciones que le brindamos, y por supuesto ve los resultados, además se ha convertido en un ejemplo a seguir en la comunidad”, concluye.
Tacuba, Ahuachapán, diciembre 2023.
CENTA, Unidad de Comunicaciones.