Gracias al impacto social, económico y cultural del cultivo de aguacate, el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal “Enrique Álvarez Córdova” (CENTA), a través del programa Frutales y Cacao, está evaluando dos variedades de este cultivo en siembras de alta densidad, para brindar alternativas productivas a las familias y que haya un mayor aprovechamiento de sus terrenos.
Carlos Soto, investigador del Programa Frutales y Cacao, explica que en términos simples denominamos siembra de alta densidad aquella que tiene un distanciamiento entre árboles más corto que los recomendados convencionalmente y usando técnicas de manejo especiales, con el objetivo de maximizar la producción sin comprometer la calidad de los frutos.
La parcela demostrativa de alta densidad se encuentra ubicada en la Estación Experimental San Andrés, posee un área de 40 m de largo por 80 de largo, y se encuentran sembrados aproximadamente 200 árboles de las variedades comerciales de aguacate Sitio del niño 3, que es una variedad criolla seleccionada por el CENTA que data más o menos de la década de los años 60 y que ha sido evaluada permanentemente por la institución. La otra variedad es el aguacate Booth 8, que es un material introducido, originario de los Estados Unidos.
Ambos materiales fueron seleccionados por sus excelentes cualidades como el buen sabor del fruto, su tiempo de cosecha, productividad, el crecimiento del árbol, pero sobre todo porque son variedades muy aceptadas por los productores nacionales y actualmente está tomando mucha fuerza en el mercado formal del país como los supermercados y restaurantes.
La parcela demostrativa de alta densidad se ha sembrado con un distanciamiento de 4 por 4 m, manejando una estructura del árbol de dos ejes principales, es decir con dos ramas que salen del tronco del árbol, y desde pequeños se van formando y seleccionando para mantenerlas y de las cuales se derivan las secundarias y terciarias que son las productivas.
Este método permite tener árboles más compactos, la estructura que se trabaja es para tener una altura máxima de 2 m, trabajando una poda de tres veces por año para la eliminación de chupones (ramas que crecen de forma vertical que pueden salir tanto del patrón, como de la variedad comercial injertada) y ramas improductivas.
“Mantener árboles pequeños implica suprimir un poco la cantidad de frutos, pero se compensa con el aumento de volumen de población de plantas en el área, se hace un uso más eficiente del agua y las labores fitosanitarias del personal se ven mejoradas, por ser árboles pequeños las aspersiones se realizan con menos cantidad de agua y hay menos riesgos de intoxicación”, explica el técnico.
Otro de los factores importantes a considerar es que los suelos posean características de abundante materia orgánica para que haya árboles de mayor vigor y no descuidar el tema constante de la fertilización,
Estos dos materiales poseen frutos aperados y de mayor tamaño comparado con la variedad Hass (mexicano) que es la más popular a nivel mundial. Su peso oscila entre los 350 – 600 g por fruto y su producción depende del estado foliar del árbol que puede andar en un promedio entre los 75 y 100 frutos por árbol.
Otra de los ventajes de la alta densidad es que genera precocidad en los materiales, luego de sembrado se proyecta que a los dos años y medio ya puede haber producción y su respectiva cosecha. Durante los primeros años se debe de realizar buenas podas y las debidas fertilizaciones para desarrollar adecuadamente el árbol, en el año dos ya inicia la floración, lo que permitiría un retorno de inversión más acelerado para los productores que deciden emprender con este cultivo.
Asimismo, Soto recomienda que durante los meses de octubre y noviembre se debe incorporar mulsh para cobertura del suelo, acción que permite mantener la humedad en el área, conservar la temperatura y generar un buen microclima en la parcela. Esta cobertura se debe realizar con rastrojos, residuos de cosechas de frijol, sorgo o arroz preferentemente, ya que acumulan nutrientes.
Finalmente, el técnico recomendó hacer los debidos encalados (cal), que da mayor protección a los árboles para minimizar las radiaciones solares que tiende a dañar los tallos, realizando esta actividad año con año luego de los 12 meses de haberlo sembrado.
Ciudad Arce, La Libertad, 10 de diciembre de 2021.
CENTA, Unidad de Comunicaciones.