La combinación de las ganas de trabajar y la asistencia técnica especializada que le brinda el Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal, a través de la agencia de extensión en San Vicente, le ha permitido a Santos Arturo Ruiz, hacer productivas unas tierras donde abundan más las piedras que la tierra agrícola, pero que poco a poco las ha ido volviendo aptas para la producción y la ganadería.
Y es que los suelos rurales de San Ildefonso, en el departamento de San Vicente, son muy abundantes en piedras, una situación que para los ganaderos de la zona se convirtió en un reto para dedicarse a la crianza de bovinos y su alimentación.
Entre el grupo de ganaderos y productores figura Santos Arnulfo Ruiz, quien le ha apostado a la crianza de bovinos, cerdos, pelibueyes y a los cultivos forrajeros como el sorgo CENTA S3, el pasto cuba 22, y últimamente se está volviendo un referente de la zona con sus cultivos de canavalia, vigna y frutales (mango Panadés, papaya, naranja y yuca).
El extensionista pecuario, Ing. Largino Castro, que le brinda la asistencia técnica, sostiene que “Arturo siempre está presto a probar alternativas innovadoras, razón que lo ha llevado a sembrar otros cultivos. Tal es el caso de su apuesta por los cultivos de vigna y canavalia, para utilizarlos como fuente alternativa ante la escasez de la harina de soya, de los cuales obtendrá la harina para la alimentación de su ganado”.
Asegura el técnico que “Arturo fue el único de los ganaderos de la zona que optó por la iniciativa de sembrar las leguminosas (vigna y canavalia)”, una acción que además ya está comprobando los resultados positivos en sus terrenos; es decir, los está volviendo más productivos.
Por ejemplo en unos surcos donde sembró canavalia y luego el sorgo forrajero, observó que fue diferente la vigorosidad con la que creció el cultivo, “la mata más desarrollada y la bellota también más grande y más cuajada”, afirma el productor.
Para Santos Arturo, la experiencia de entrar en un nuevo rubro agrícola como los cultivos de canavalia y vigna es alentadora, pues dispondrá de una opción más para alimentar a su ganado. Por el momento, espera cosechar la vigna de una manzana que sembró en agosto, molerla y “esperamos que sea de buen provecho para el ganado”, dice.
Si bien de esa siembra de agosto no espera mucha producción, debido a que el cultivo se vio afectado por las intensas lluvias, su optimismo siguió adelante y sembró cuatro manzanas más, aprovechando la humedad residual, las que están iniciando su etapa de floración;
Al referirse a los beneficios señalados por el productor, el Ing. Castro, señala que se debe “porque las leguminosas son especies restauradoras de suelo, y en este caso lo hemos hecho con dos propósitos: tener una alternativa ante la falta de harina de soya y a la vez estamos mejorando los suelos agrícolas para el siguiente ciclo”.
Con respecto a la siembra de los árboles frutales es con la idea de diversificar la finca y generar otras fuentes de ingreso de fondos y apostarle a la producción en época de poca oferta en el mercado; además, son frutas que no se cultivan en la zona, lo que representa una oportunidad para el productor, quien ha comercializado los primeros frutos de papaya en su comunidad.
Definitivamente, dedicarse a la ganadería y a la siembra de cultivos forrajeros en tierras con serias limitaciones agrícolas, requiere esfuerzos y voluntad para salir adelante, y Santos Arturo ha demostrado que sí se puede, y para ello él y los ganaderos de San Ildefonso cuentan con la asistencia técnica que les brinda el CENTA en la mejora y manejo de su hato ganadero y de sus cultivos forrajeros y tradicionales.
San Ildefonso, San Vicente, 2 de febrero de 2023
CENTA Comunicaciones