Un grupo de seis mujeres rurales del cantón San José Sacare, en el distrito La Palma, Chalatenango, han demostrado su capacidad de liderazgo en la agricultura con la producción de hortalizas bajo condiciones protegidas; han establecido un macrotúnel y tres casas mallas con la asistencia técnica de la agencia del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA).
Rosa Maldonado, una de las integrantes del grupo, expresó que hace tres años enfrentaron muchos obstáculos que le impedían participar en las labores agrícolas y todas sus bondades, “al principio nuestras parejas nos decían que la agricultura era solo para hombres y que la mujer tenía que estar cuidando la casa y los niños. Con el tiempo se dieron cuenta que somos altamente competentes en el campo e inspiración para otras personas en la comunidad”.
Junto a sus demás compañeras, María Magdalena Landaverde, María Magdalena Clavel, Ruth Mabel Landaverde, María Lourdes Rodríguez y Reina Isabel Pineda, implementaron tres casas mallas de 15 por 20 metros y el macrotúnel de 20 por 5 metros donde producen hortalizas y hierbas aromáticas.
Aseguró que el mayor logro ha sido diversificar la fuente de ingresos del grupo familiar y gozar de autonomía económica con la implementación de prácticas sostenibles, incorporando abonos orgánicos y fomentando localmente el consumo de tomate, chile dulce, pepino y hierbas aromáticas, labor que se destaca por ser mayoritariamente una zona productiva de maíz, frijol y café.
Flor Martínez, coordinadora de la agencia de extensión de La Palma, explicó que están brindando la asistencia técnica a productores de los distritos de La Palma y Cítalá. “Actualmente como agencia de extensión tenemos registrado a 145 productores de hortalizas que poseen casas mallas e invernaderos de los cuales hay 44 mujeres que han tenido acceso a la tecnología y a la asistencia técnica especializada”.
De acuerdo con la Gerencia de Transferencia del CENTA, el espacio de asistencia técnica hacia las mujeres del sector rural ha incrementado un 35% y tiene mayor acceso a recursos y oportunidades de ser partícipes en proyectos productivos.
A pesar de los obstáculos, las mujeres del sector rural están jugando un papel crucial en las actividades agropecuarias de nuestro país y están marcando la diferencia con el uso de tecnologías apropiadas. “Hoy ya no solo se dedican a implementar pequeños huertos familiares y a la crianza de aves, sino también incursionan y se empoderan en proyectos productivos”, concluyó Martinez.
El grupo de mujeres está muy comprometido con su trabajo, se ve reflejado en el liderazgo que ellas tienen, tanto en sus familias, en su labor como madres y jefas de hogar, así como en el campo, que demandan día con día más tecnologías y la asistencia especializada que el CENTA les facilita.