Cerca de 60 productores de los municipios vecinos a Santa Cruz Michapa participaron en una gira de campo, organizada por el Programa Frutales y Cacao, en coordinación con la agencia de extensión en Cojutepeque, ambos del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal “Enrique Álvarez Córdova” (CENTA), la cual se realizó siguiendo las respectivas medidas de bioseguridad en todo el recorrido.
La actividad fue desarrollada en la parcela productiva del cultivo de papaya en ambiente protegido (casa malla), del productor Serafín Delgado, ubicada en el cantón Michapa de ese municipio en el departamento de Cuscatlán.
Durante el recorrido, los productores tuvieron la oportunidad de observar y conocer las ventajas de producir papaya en casas mallas, las plagas que más afectan al cultivo (especialmente si es establecido en campo abierto), el manejo poscosecha de la fruta para prolongar su vida útil, así como el procesamiento y los subproductos que se pueden elaborar. En estos dos últimos temas se contó con la colaboración del Programa Agroindustria.
El investigador del Programa Frutales y Cacao, Ing. Gilmar Calderón, dijo que el objetivo de la gira es “que los productores conozcan la tecnología que estamos validando en el cultivo de papaya en ambiente protegido”, señalando que es una investigación que se viene desarrollando desde el 2018, en la que se han venido evaluando diferentes materiales en varias localidades del país.
“Aquí, en Santa Cruz Michapa, los materiales que estamos evaluando son los híbridos Maradona y Belanova, y con esta tecnología lo que pretendemos es brindarle al productor una alternativa productiva”, añadió.
Y es que el cultivo de papaya, especialmente el establecido a campo abierto, es atacado por la virosis, por insectos vectores, ácaros y pulgones, y cuando el fruto está a punto de cosechar son los pájaros y la mosca de la papaya los que ocasionan serias pérdidas al productor; lo que no sucede si el cultivo está en ambiente protegido.
Además del cero daño por pájaros y la mosca de la papaya, entre otras ventajas el investigador señala que hay mayor precocidad en la producción (entre un mes o un mes y medio), menos uso de agroquímicos y de agua en el riego, el fruto se cosecha en mayor estado de madurez.
Serafín Delgado es un productor de hortalizas, quien ya poseía la casa malla y el suelo preparado en camellones, por lo que apostarle a esta tecnología no ha significado mucho costo para su establecimiento. Comenta que hace unos años cultivó papaya a campo abierto, pero “por problemas con tanto insecto dejé de cultivar. Hoy, gracias a los técnicos del CENTA fuimos probando con este tipo de papaya y gracias a Dios ha sido un gran cambio; es más barato y es más rentable”, asegura.
“Estoy satisfecho y le agradezco al CENTA por el apoyo que me ha dado”, añadió.
Observar esta tecnología fue de mucho agrado para los productores asistentes, quienes estuvieron atentos a todos los nuevos conocimientos que técnicos extensionistas e investigadores les compartieron. Y entre los invitados se contó con el doctor Edgardo Reyes Calderón, del área de investigación de la Escuela Nacional de Agricultura (ENA) quien expresó el interés por impulsar esta tecnología con los estudiantes de la carrera de Agronomía.
Santa Cruz Michapa, Cuscatlán, 9 de febrero de 2021
Unidad de Comunicaciones