Manejo de problemas o conflictos, comunicación asertiva, relaciones interpersonales, autoestima y género son parte de la temática impartida a jóvenes dentro del componente de “Habilidades para la Vida” del proyecto “Resiliencia Incluyente para la Recuperación Eficaz enfocada en la Ciencia y la Tecnología”; contenido desarrollado por el equipo multidisciplinario del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA).
Las temáticas han sido impartidas por el personal de la Unidad de Género de la Central y Oriental del país y apoyadas por extensionistas. Dichas capacitaciones brindadas en los municipios de San Luis La Reina, Sesori y Chinameca (San Miguel); Jucuarán (Usulután); Nueva Esparta y El Carmen (La Unión), área de influencia de las cinco agencias de extensión (San Miguel, Sesori, Usulután, Nueva Guadalupe y Nueva Esparta) involucradas en el proyecto.
La dinámica de trabajo abre una nueva perspectiva de enseñanza dentro del sector rural para hijos e hijas de productores al fortalecer las capacidades sobre “Habilidades para la Vida” y encaminarlos a nuevas iniciativas de emprendedurismo agropecuario y uso de tecnologías adaptadas al corredor seco como la producción de hortalizas en ambiente protegido (casa malla).
Este es un proyecto financiado por el Fondo de Cooperación para el Desarrollo (FCD) de la Organización de los Estados Americanos (OEA) ejecutado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) a través del CENTA.
Por ello, el Director del CENTA, Edgardo Reyes Calderon, visitó al grupo de jóvenes participantes de Nueva Esparta, en La Unión, atendidos por la agencia de extensión en dicho municipio, donde verificó el interés y motivación de las y los beneficiados para seguir preparándose en la formación personal y productividad agrícola.
“Este es un proyecto que estamos desarrollando en conjunto con la OEA, MAG y CENTA. Se está capacitando a jóvenes con diferentes temáticas sobre habilidades para la vida y aprendan a interactuar, trabajar en equipo y al mismo tiempo fortalecer sus capacidades que les ayude a su desarrollo de vida”, dijo Edgardo Reyes.
Explicó que las y los jóvenes serán potenciados para la realización de planes de trabajo que conlleve al emprendedurismo y producción de hortalizas en casa malla “queremos que las y los jóvenes desarrollen habilidades, para que puedan implementar sus propios negocios productivos”.
Uno de los beneficiados es Oscar Pérez Escobar, de 29 años de edad, quien asegura que “en el aspecto de la comunicación y la forma de relacionarnos con otras personas me ha beneficiado mucho y también cada tema que nos brindan es para mejorar mi vida y lo pongo en práctica con mis amigos y mi familia”.
Agregó que lo que ha ido aprendiendo tiene mucho beneficio y le ayuda para un mayor desenvolvimiento como persona en la sociedad y en la producción agrícola.
Otra de las beneficiarias, Liseth del Carmen Villatoro, de 21 años de edad, dijo que “antes solo pasaba aburrida en la casa y ahora que me están capacitando, me siento más relajada y aprendo muchas cosas como tener un proyecto de vida y trabajar en equipo “.
Tanto Oscar como Liseth son parte de los 97 beneficiados que oscilan entre las edades de 16 a 29 años de edad, jóvenes que residen en una misma comunidad del oriente del país y dispuestos a trabajar en equipo mixto, lo cual permite que sean actores claves en la innovación científica y tecnológica.
El Supervisor zonal de la región oriental, Martín Batres, dijo: “como técnico esperamos contribuir mucho con el desarrollo humano de las y los beneficiados para que sean personas con ese nivel de conocimiento necesario y puedan desenvolverse con su familia y en su comunidad”.
Los ejecutores del proyecto señalan que al finalizar el componente de “Habilidades para la Vida”, iniciarán con otros temas sobre asociatividad, gestión empresarial, planes de negocio implementado y ejecutado, así como también programación de asistencia técnica para la producción de hortalizas en ambiente protegido.
